Orígenes: “Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el arte los vista de la palabra para poderse presentar decentes en la escena del mundo.”

 

Gustavo Adolfo Bécquer

La idea de CREAR ‘Matapalo’ nació en las aulas de la facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), en Quito, a mediados del año 2012. Por aquel entonces un grupo de amigos, en medio de una de sus habituales tertulias, acordaron fundar una revista independiente (sin fines de lucro) que, a mediano plazo, llegara a ser una ventana abierta en medio de todas las puertas que se cierran en las “narices” (metafóricamente hablando) de todas aquellas personas que desean fervientemente dar a conocer sus creaciones.

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Tiempo después de que la semilla fuera plantada germinó nuestra Revista Literaria Independiente, conformada por un grupo editorial que constantemente trabaja en desarrollar un material digno de llevar como bandera el nombre ‘Matapalo’; haciendo honor a las palabras inmortales del escritor ecuatoriano José de la Cuadra, en la sección Teoría del Matapalo de la obra ‘Los Sangurimas’: “En las noches cerradas, el matapalo vive con una vida extraña, espectral y misteriosa. Acaso dance alguna danza siniestra. Acaso dirija el baile brujo de los árboles desvelados.”

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Porque Matapalo, a pesar de los cambios inevitables en sus miembros, nos sobrevive como un ente propio, como una planta que se ramifica y se extiende sin fecha de caducidad. Pues existieron aquellos grupos dentro de la literatura nacional -referentes de la casa- que tenían la cabeza decapitada (´Generación decapitada’), y la sujetaban en sus manos; hubo también aquellos que se encargaron de reducir las testas a manera de tzántzas (´Los tzántzicos’); en cambio nosotros ¡rompemos huesos y martillamos cabezas!, continuando con el legado genético de los antecesores, para que las ideas broten y fluyan sin límites ni barreras. 

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La misión principal del grupo es la de generar un espacio desterritorializado en el que confluyan las diversas expresiones artísticas; principalmente las relacionadas con la literatura, para poder llegar de esta forma a todos los rincones posibles, convirtiéndonos en una suerte de mensajeros (¡Hérmes de los humanos!), o intermediarios entre los autores que desean dar a conocer ese fuego interno que muta en voz, imagen o palabra, y los lectores ávidos por sumergirse en los laberintos de la creación ajena.

 

Estimado lector, bienvenido a la comunidad matapalense.